imagen: Paraula edición especial San Vicente
Vicente Ferrer nace en la ciudad de Valencia el 23 de enero de 1350 en el lugar donde hoy se levanta su casa natalicia. Fue bautizado en la parroquia de San Esteban, parroquia que conserva la pila bautismal original. Desde muy pequeño mostró su devoción y sus dotes de predicación y le gustaba jugar con sus amigos a dar sermones. Con tan sólo 16 años ingresa en la Orden de los Dominicos del cercano Convento de Santo Domingo.
Comienza allí su formación para completarla en Barcelona, Lérida y Toulouse donde estudia Sagrada Escritura, Filosofía, Teología, hebreo y latín.
De regreso a Valencia es elegido prior del Convento de los Dominicos y durante 5 años da clases de Teología en la Catedral de Valencia, hasta que es llamado a la corte de Avignon por el Papa Luna, Benedicto XIII, donde ejercerá de confesor y consejero.
En 1399 abandona todos sus cargos y comienza su predicación por Suiza, Holanda, Francia, Italia y toda España. Viajaba siempre a pie, sin equipaje ni dinero y allí por donde pasaba se congregaban multitudes para escucharle. Sus sermones eran tomados por escrito y copiados y, con la llegada de la imprenta, rápidamente divulgados. Al santo se le suele representar con el dedo índice de su mano derecha levantado ya que, según la tradición, con ese gesto era capaz de obrar milagros. También se le representa con una frase sobre su cabeza: "Timete Deum et date illi honorem", frase tomada del Apocalipsis que se traduce como, Temed a Dios y dadle gloria.
Persona de gran prestigio e influencia, fue llamado para representar al reino de Valencia en el Compromiso de Caspe y su participación fue también fundamental en el Cisma de Occidente.
Muere en Vannes, Francia, en 1419, a los 69 años y está enterrado en su Catedral. Fue canonizado por el papa Calixto III en 1455.